- Debido al confinamiento, el teletrabajo se ha convertido en la nueva normalidad para muchas personas.
- Estos días, el aumento de ruido en las viviendas dificulta realizar las actividades laborales, familiares y de ocio e interfiere en el descanso.
- No contar con un buen confort acústico puede reducir los niveles de concentración hasta en un 48%, advierte ROCKWOOL, líder fabricante de aislamiento a base de lana de roca.
Barcelona, 27 de abril de 2020 – En estas semanas de confinamiento, durante las cuales la población se encuentra en sus hogares, compaginar en el mismo espacio la actividad laboral con la familia y el ocio se ha convertido en todo un reto. El alboroto de los niños, la televisión encendida a todas horas o practicar deporte en el salón aumenta el ruido en los hogares, lo que hace más difícil trabajar desde casa. De hecho, no contar con un buen confort acústico puede reducir los niveles de concentración hasta en un 48%, tal y como apunta ROCKWOOL, líder fabricante en aislamiento a base de lana de roca, un material sostenible y reciclable.
Tenemos la idea que nuestra salud solo depende de la dieta o del ejercicio que hagamos, sin embargo, un ambiente ruidoso puede causarnos, por ejemplo, problemas cardíacos. Además, el ruido aumenta los niveles de estrés en un 27% y disminuye la productividad en un 12%. Ante esta situación, un buen método para mejorar la acústica de los inmuebles es a través del aislamiento a base de lana de roca, ya que actúa como una barrera contra el ruido y aísla y controla sus vibraciones. Por sus propiedades, este material reduce el impacto acústico que proviene del exterior o del mismo edificio.
El ruido, una molestia invisible
Cuando escogemos una vivienda lo hacemos basándonos en criterios de precio, ubicación y estéticos, pero no solemos tener en cuenta los niveles de confort acústico que pueda aportarnos. Y, en realidad, es muy importante, ya que las personas pasamos la mayor parte de nuestro tiempo en espacios interiores y, ahora, con el confinamiento, este fenómeno se ha incrementado. Por eso, es fundamental apostar por edificios sostenibles, seguros y confortables y, así, aumentar la calidad de vida.
La lana de roca, la base de todos los productos de ROCKWOOL, es un material aislante versátil que absorbe los ruidos. Su aplicación permite no volver a escuchar los pasos de los vecinos en el suelo, las conversaciones en la sala contigua o el desplazamiento de muebles, entre otros. Por ello, aislar correctamente las casas es necesario para poder concentrarse, ser más eficientes en el trabajo y estar más relajados.
¿Cómo aislar un apartamento si el bloque de pisos se opone?
Ponerse de acuerdo con los vecinos para realizar obras en el edificio no suele ser fácil. Una buena solución para aislar tu vivienda cuando los vecinos se oponen a la rehabilitación completa del edificio es el aislamiento por el interior. Gracias a esta técnica, es posible reformar únicamente el propio inmueble.
Un buen ejemplo de ello es el proyecto PH Vigo. Se trata de una vivienda de un bloque de los años 50 que se ha reformado con este procedimiento para mejorar su confort acústico y térmico. El arquitecto Andrés Touceda, que es también el dueño del inmueble, ha optado por el aislamiento de lana de roca por sus prestaciones. Su alta densidad hace que sea extremadamente resistente a la circulación del aire, lo que reduce y absorbe los ruidos, convirtiendo los espacios ruidosos en estancias silenciosas.
“Hemos ubicado el dormitorio principal donde el resto de los vecinos tienen la cocina. Por ello, era muy importante que esta zona estuviera bien aislada para no tener problemas de ruidos: ni generarlos, ni exponernos a ellos”, explica Touceda.
Author: Sistemas Interiores de Arquitectura
Se trata de una publicación innovadora que hablará de esta arquitectura singular que cada día tiene más cabida en el mundo de la construcción. La revista pretende ser una puerta abierta a la comunidad de arquitectos, aparejadores, prescriptores, fabricantes… que contarán en el mercado con esta nueva revista de manera trimestral.
